Acusa Trump a México de estar dirigido por Carteles

Mar-a-Lago, Florida.— El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cargó ayer contra México, señalando que el país “está esencialmente dirigido por los cárteles” y que el golfo de México debería llamarse “golfo de América”.

En una conferencia de prensa desde Mar-a-Lago, la primera desde que el Congreso certificó el lunes su triunfo en las elecciones de noviembre pasado, Trump se quejó del déficit comercial que mantiene Estados Unidos con México. Se quejó de que Canadá es subsidiada por Estados Unidos y que depende del ejército de Estados Unidos. “Está bien, pero van a tener que pagar por ello”.

“Lo mismo con México”, acotó. “Tenemos un déficit con México. Y les ayudamos mucho. Esencialmente están dirigidos por los cárteles. No puedo dejar que eso ocurra. México está realmente en problemas, muchos problemas. Es un lugar muy peligroso”.

Adelantó que “pronto” anunciará cambios porque “hacemos la mayor parte del trabajo ahí. Vamos a cambiar el nombre del golfo de México a golfo de América, que es hermoso y abarca mucho territorio. Qué nombre tan hermoso, y es apropiado”.

Insistió en que México debe “dejar de permitir que millones de personas entren a nuestro país. Ellos pueden hacerlo. Vamos a imponer grandes aranceles a México y a Canadá… aranceles sustanciales”.

Defendió que “queremos llevarnos bien con todos, pero se requieren dos para bailar tango”.

El mandatario electo prometió una “época de oro” para EU.

Después de su anuncio sobre el golfo de México, la polémica representante Marjorie Taylor Greene, fiel escudera de Trump y del movimiento MAGA, dijo en entrevista para el programa Benny Show que en cuanto oyó las declaraciones de Trump puso manos a la obra.

“Instruí a mi equipo para que inmediatamente elabore una legislación”, dijo Greene, quien defendió que “el Congreso tiene que aprobar esto” y señaló que el objetivo es cambiar el nombre a golfo de América en “mapas, en el ejército, etcétera”. Según Greene, el cambio de nombre es “absolutamente lo correcto” por hacer. “Cambiamos el nombre de oficinas postales todo el tiempo aquí”, indicó. “¡Apuesten a que lo haremos!”, remató. El golfo de México es una cuenca oceánica contenida entre los litorales de México, EU y Cuba, y su denominación actual se remonta a la época colonial.

Estados Unidos tiene derechos soberanos de exploración, gestión de recursos naturales y jurisdicción en aproximadamente la mitad del golfo, según los Centros de Información Medioambiental de EU. 

En teoría, podría cambiar formalmente las referencias estadounidenses a “golfo de América”, pero otras naciones no tendrían ninguna obligación de seguir su ejemplo. Sin embargo, los expertos advierten que, en el fondo, Trump está dando una nueva dimensión a la Doctrina Monroe.

“No se trata de una reorientación de la geografía… Es parte de un patrón mucho menos inocuo, uno que hace que Trump extienda su mantra de ‘EU primero’ para sugerir que esta nación tiene dominio sobre territorio que actualmente no controla”, opinó el columnista Philip Bump en The Washington Post. Advirtió que “los pronunciamientos nada jocosos de Trump estableciendo un nuevo Destino Manifiesto” pueden llevar a “acciones que desencadenen condenas o conflictos internacionales. Cuando tu mantra es ‘EU primero’, es casi inevitable que tu política exterior se incline hacia lo expansionista. Y Trump ya lleva semanas consiguiendo que su base de millones de seguidores lo aclame”.

El embajador retirado Gordon Gray dijo que la expansión está incorporada al ADN de EU. “Desde el desembarco en Jamestown y Plymouth Rock, existe el concepto de Destino Manifiesto y la necesidad percibida de continuar avanzando hacia el oeste, hasta la compra de Louisiana de Jefferson”, dijo a CNN. “Latinoamérica debe prepararse para otra resurrección de la Doctrina Monroe, con un impacto real en todo, de las inversiones y la tecnología al nexo regional con China”, advirtió Juan Gabriel Tokatlian en la revista Americas Quarterly.

Añadió que “los cambios más importantes podrían darse en el trato que EU dé a los propios gobiernos latinoamericanos. Mark Esper, exsecretario de Defensa de Trump en su primer gobierno (2017-2021), en su libro Un juramento sagrado, pinta un vívido retrato de la obsesión de Trump con México, Cuba y Venezuela”.