Cheque, el Candidato Perdedor

Edgar Hernández

Ezequiel Orduña Morga fue enviado al Proceso Electoral por la Presidencia de Tapachula con una sola intención, dividir al tricolor, es decir ser candidato perdedor.

Accedió a la encomienda con la condición que lo ayudaran a librarse del proceso judicial de la Estafa Maestra por un presunto desvío de 53 millones de pesos.

Una vez en la contienda creyó que podía repetir lo ocurrido en 2007 cuando ganó al panista Adolfo Zamora y empezó a vender esa idea a sus jefes, pero estos no le creyeron.

Pero ahora la desesperación se le nota en el rostro, en sus palabras y en su actuar.

En los últimos días su campaña que comenzó con dificultades empezó a desmoronarse, sin poder pagar ni si quiera a los jóvenes que lo acompañan en sus reducidas reuniones.

Al pacto de civilidad convocado por el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana el llamado Cheque llegó quejándose de todo y todos. Hasta quiso llorar.

Ahora se hace la víctima que no lo dejan entrar a las colonias porque la gente apoya a otra candidata, pero lo cierto es que no lo quieren.

La “chequemanía” se quedó en eso, una frase.

Ese cheque no vale, no cuenta, no tiene palabra, no existe, señalan fuentes de su propio equipo.

Ahora, aseguran, quiere irse contra el árbitro electoral al que pretende acusar de no ofrecer condiciones parejas de seguridad y presupuesto.

Pero sus jefes, quienes lo mandaron a perder, tienen claro que no le darán recursos más allá de lo necesario para que la simulación no lo parezca.

El cheque es comediante y mago, sabe contar chistes y hacer actos de desaparición, incluso del presupuesto.