El Gobierno de Chiapas continúa con la supervisión de las acciones de limpieza permanente del Cañón del Sumidero, lo que ha permitido que este emblemático espacio natural se mantenga limpio, seguro y en óptimas condiciones para la navegación y las actividades turísticas.
El esfuerzo conjunto y permanente con las cooperativas de lancheros ha contribuido a que este espacio natural haya recuperado su gran belleza, muestra de ello es que hoy cuenta con un rostro saludable a través de un ecosistema de flora y fauna regenerada.
Durante muchos años, el Cañón del Sumidero tenía sus aguas contaminadas con basura y desechos orgánicos, factor que afectó la vida silvestre y causaba que los traslados y recorridos mediante el Río Grijalva fueran muy peligrosos para los visitantes, pero ahora se puede disfrutar con seguridad y confianza.
Este espacio natural, considerado uno de los más importantes de México y el mundo, se encuentra muy bonito, con aire limpio y agua transparente, lo que contribuye a posicionar a Chiapas como una de las entidades más atractivas para el turismo de aventura, favoreciendo a la economía de las comunidades.
En el marco de un recorrido por el Cañón del Sumidero, el gobernador invitó al turismo de todo el mundo a visitar y disfrutar de las riquezas naturales, culturales, históricas, de la gastronomía, las artesanías y las costumbres que caracterizan a Chiapas.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) informó que se han establecido todos los protocolos preventivos para evitar cualquier situación de peligro para el turismo y la población de los municipios cercanos a esta reserva.
Cabe destacar que el Cañón del sumidero se destaca por sus acantilados de hasta mil metros de altura y tener una profundidad en sus aguas de hasta 200 metros; actualmente, registra hasta 80 por ciento de su capacidad hídrica, por lo tanto, las embarcaciones pueden navegar sin ningún riesgo.
De acuerdo a las estadísticas, Chiapas contiene el 30 por ciento de agua dulce del país, y sobre su territorio atraviesan los ríos más grandes de México, como el Osumacinta y el Grijalva, siendo éste último fundamental porque se encuentran las presas La Angostura, Chicoasén I y II, Malpaso y Peñitas.