-Las condiciones de los dos candidatos “naturales” a la gubernatura; el Senador Eduardo Ramírez Aguilar y el Director General del IMSS Zoé Robledo Aburto. Muy pronto para hacer futurismo político rumbo a la presidencia nacional; pero el presidente López Obrador enlistó a los que -según él- podría ser su sucesor o sucesora.
Extraño que tres años antes de finalizar su gobierno, un presidente de la república hable de quienes tienen posibilidad de sucederlo, porque en la autoritaria tradición política mexicana, los mandatarios siempre intentan hacer pública su decisión lo más tarde posible. ¿la figura política del ”tapado” ya murió?La razón del ”destape” anticipado parece evidente por dos razones: primero porque los dos punteros –
Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard- recibieron un duro golpe a sus aspiraciones con el desastre de la línea 12 del metro de la Ciudad de México, Ebrard por construir apresuradamente y Sheinbaum por falta de mantenimiento.
En ese contexto, el presidente necesita rescatar a sus “delfines” del desastre y desviar la atención. Porque además, MORENA, el brazo político del presidente López Obrador perdió la histórica mayoría de la izquierda en la Ciudad de México.
Claudia Sheinbaum recibió entonces dos golpes consecutivos; el del Metro y el de la caída electoral.La segunda razón del “destape” anticipado es el caudillismo. No hay figura emergente en el escenario político nacional. Ni en la oposición ni en MORENA.
La figura política nacional por excelencia es el presidente López Obrador. Será quien guié el proceso sucesorio en MORENA, será quien tendrá que acompañar, cuidar y conducir a su candidata o candidata durante el proceso sucesorio. Esa segunda razón, abre otro motivo adicional: el brazo político de AMLO, es decir MORENA; debe de tener continuidad.
Al tenerla MORENA, la tendrá su proyecto político y por tanto, su legado como presidente. La sucesión presidencial es tema ya abierto por decisión del primer mandatario mexicano, y sus ¨coletazos¨ tendrán efectos en Chiapas.
En el estado hay dos candidatos visibles y lo son porque forman parte de MORENA, porque los demás partidos políticos no tienen un liderazgo estatal definido y porque los reflectores de una sociedad tan burocratizada como la chiapaneca están sobre ellos dos.
Son el Senador Eduardo Ramírez Aguilar y el Director General del IMSS Zoé Robledo Aburto. Las condiciones de los dos candidatos “naturales” a la gubernatura.Buscan la candidatura al 2024; no lo ocultan, la desean todo su accionar político actual se circunscribe a lograrlo. Falta mucho para esas fechas electorales y cualquier cosa puede suceder; pero Ramírez Aguilar y Robledo Aburto no pueden ocultar sus deseos. Sus propios equipos de trabajo lo comentan, lo sugieren, lo platican y sobre todo; se ilusionan.
Están pendientes de los pasos del equipo contrario y es que en la boleta electoral final podrían estar los dos. Pero solo uno lo logrará, eso es evidente.
Muy pronto para hacer futurismo político rumbo a la presidencia nacional; pero el presidente López Obrador enlistó a los que -según él- podría ser su sucesor o sucesora.
Extraño que tres años antes de finalizar su gobierno, un presidente de la república hable de quienes tienen posibilidad de sucederlo, porque en la autoritaria tradición política mexicana, los mandatarios siempre intentan hacer pública su decisión lo más tarde posible. ¿la figura política del ”tapado” ya murió?
La razón del ”destape” anticipado parece evidente por dos razones: primero porque los dos punteros -Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard- recibieron un duro golpe a sus aspiraciones con el desastre de la línea 12 del metro de la Ciudad de México, Ebrard por construir apresuradamente y Sheinbaum por falta de mantenimiento.
En ese contexto, el presidente necesita rescatar a sus “delfines” del desastre y desviar la atención. Porque además, MORENA, el brazo político del presidente López Obrador perdió la histórica mayoría de la izquierda en la Ciudad de México. Claudia Sheinbaum recibió entonces dos golpes consecutivos; el del Metro y el de la caída electoral.
La segunda razón del “destape” anticipado es el caudillismo. No hay figura emergente en el escenario político nacional. Ni en la oposición ni en MORENA. La figura política nacional por excelencia es el presidente López Obrador. Será quien guié el proceso sucesorio en MORENA, será quien tendrá que acompañar, cuidar y conducir a su candidata o candidata durante el proceso sucesorio.
Esa segunda razón, abre otro motivo adicional: el brazo político de AMLO, es decir MORENA; debe de tener continuidad. Al tenerla MORENA, la tendrá su proyecto político y por tanto, su legado como presidente.
La sucesión presidencial es tema ya abierto por decisión del primer mandatario mexicano, y sus ¨coletazos¨ tendrán efectos en Chiapas. En el estado hay dos candidatos visibles y lo son porque forman parte de MORENA, porque los demás partidos políticos no tienen un liderazgo estatal definido y porque los reflectores de una sociedad tan burocratizada como la chiapaneca están sobre ellos dos.
Son el Senador Eduardo Ramírez Aguilar y el Director General del IMSS Zoé Robledo Aburto.
Las condiciones de los dos candidatos “naturales” a la gubernatura.
Buscan la candidatura al 2024; no lo ocultan, la desean; todo su accionar político actual se circunscribe a lograrlo. Falta mucho para esas fechas electorales y cualquier cosa puede suceder; pero Ramírez Aguilar y Robledo Aburto no pueden ocultar sus deseos.
Sus propios equipos de trabajo lo comentan, lo sugieren, lo platican y sobre todo; se ilusionan. Están pendientes de los pasos del equipo contrario y es que en la boleta electoral final podrían estar los dos. Pero solo uno lo logrará, eso es evidente.
Con el desgaste de ser protagonista en la administración pública estatal anterior, Ramírez Aguilar tiene más enemigos locales que Robledo Aburto. ¿le podría pasar factura al Senador en sus aspiraciones futuras? Lo más seguro es que sí. Pero eso puede ser compensado por la fuerza local del PVEM que en las pasadas elecciones se sostuvo de manera local y le compitió a MORENA.
En ese escenario, si Ramírez Aguilar no logra la nominación por MORENA, tiene la opción futura de ser candidato por el PVEM para el 2024. Además, conoce a una clase política local que en mucho, el mismo ha ayudado para la creación de los cacicazgos políticos locales.
Más sofisticado, Zoé Robledo ha sido subsecretario de gobernación federal y es el actual Director General del IMSS. Dos espacios que le permiten conocer mejor los resortes de la política nacional. Incluso, es más cercano a López Obrador.
Su problema es que desde el IMSS su trabajo es más técnico que político. Sin embargo, probablemente es en la actualidad, el político chiapaneco más consciente de que en el “centro” solo se ocupan de Chiapas cuando hay un desastre natural o se avecina tiempos electorales y que la decisión de candidato a la gubernatura, pasa siempre por la clase política nacional, a cuya decisión la clase política chiapaneca se acomoda o se resigna.
¿Quién aventaja?
Hoy, ¿tendrá ventaja Zoé Robledo sobre Eduardo Ramírez en la carrera por la nominación estatal?
Es probable que así sea. Hace días se rumoreaba sustituiría a Olga Sánchez Cordero en la Secretaria de Gobernación. El rumor en eso se quedó; pero el propio presidente lo propuso para coordinar la campaña de vacunación contra el Coronavirus en Chiapas. Políticamente, esa designación, tendría su propio significado. Parafraseando a Jesús Reyes Heroles; No hay forma en la política chiapaneca, todo es fondo.
Esa designación es la oportunidad para Zoé Robledo de “placearse” por Chiapas y realizar el trabajo político que desde una posición técnica en el IMSS no podría.
Respecto a Ramírez Aguilar, al no estar entre los enlistados como “presidenciables” el líder del Senado, Ricardo Monreal, el camino es más difícil. Pero en la política mexicana, hasta en la derrota se hacen negociaciones. Por eso, Monreal atajó las declaraciones de AMLO al decir que llegado el momento, se inscribiría en el proceso de sucesión.
Para Ramírez Aguilar le queda la “vía libre”. ¿Ese será el camino? No sería un salto al vacío, su cobijo puede ser el PVEM.
Uno de los candidatos tiene la oportunidad de “placearse”. A otro a su “padrino político” no lo mencionan como presidenciable. Pero aún así, los dos están en la carrera. Al momento no hay más aspirantes con oportunidades serias.
Lo lamentable es que ni con las promesas de cambio de MORENA, en el estado pueda existir un diálogo entre la sociedad y su clase política. Los problemas chiapanecos siguen estallando y la clase política estatal cierra los ojos ante ellos. Solo está interesada en la sucesión, una sucesión que de manera inédita es ya un proceso “adelantado”.