Gabriela Coutiño
Camarón, pargo, robalo, mojarra, liseta y bagre bajo el concepto de “mariscos” en la correspondiente factura de fecha 31 de diciembre de 2021 es lo que la presidencia municipal de Pijijiapan a cargo de Carlos Alberto Albores Lima pagó a un proveedor y que forma parte de las comprobaciones del proyecto que el Ayuntamiento firmó con el DIF nacional por un monto de 5 millones de pesos.
El gasto en “mariscos” fue por casi 68 mil pesos. Corresponde a un proyecto que tiene por finalidad el “Fortalecimiento de los niños y niñas migrantes en Pijijiapan”.
Este gasto fue -de acuerdo a la factura- realizado el 31 de diciembre de 2021, casi tres meses después de que Carlos Albores Lima tomara protesta como presidente municipal de Pijijiapan.
Cualquiera que conozca los temas migratorios sabrá que los mariscos no son un alimento adecuado para quien acumula kilómetros de viaje en condiciones precarias. Con toda seguridad le provocará lo que los nutriólogos conocen como la “diarrea del viajero”.
Por supuesto, tampoco los mariscos son la mejor dieta para un niño o niña migrante.
E l 15 de septiembre del 2021, Pijijiapan como muchos otros municipios de Chiapas en donde es visible el fenómeno migratorio, celebró un convenio con el DIF federal y el estatal. El monto global del convenio de Coordinación entre DIF federal y el estatal fue de 78.1 millones de pesos.
Por ejemplo, a Tuxtla Gutiérrez se le dispersaron 7.8 millones de pesos, a Berriozábal le correspondieron 18.2 millones, a Palenque 12.4 millones, a Huixtla 13.3 millones también de pesos y la Trinitaria, 25.2 millones; entre otros municipios.
En el caso de Pijijiapan el documento fue firmado por la anterior administración que obviamente; de acuerdo a los tiempos, ejerció poco de ese recurso. El recurso para Pijijiapan era de 5.2 millones de pesos.
El convenio firmado dictaba que el “proyecto que se realice con este recurso, no podrá ser cedido, concesionado, modificado, ni enajenado para su operación y deberá aplicarse únicamente en los Centros de Asistencia Social, Establecimientos Asistenciales.
Incluso, el ayuntamiento pijijiapaneco se obligaba a que los recursos “deberán destinarse, única y exclusivamente para los fines del proyecto autorizado. Asimismo, se deberá permitir que se lleven a cabo todas las acciones tendientes a la verificación y comprobación de la correcta aplicación de los recursos presupuestarios asignados.
Incluso dentro del convenio, que tenía una duración del 15 de septiembre al 3 de diciembre, de ese año; se pagó nómina; rubro no contemplado en el proyecto.
La ciudadanía pijijiapaneca tenía como parte de la rumorología local, la casi certeza de que durante esta administración los recursos destinados al albergue de los migrantes, han tenido otro destino. El rumor fue ya confirmado con la factura de compras de mariscos.
Además, el Ayuntamiento realiza campañas de donación para los migrantes. Quienes pueden, realizan su donativo de manera desinteresada; sin embargo, ahora ya no hay certeza del destino final de las donaciones.