Las recientes órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump representan un reto a la estabilidad, el bienestar y la pacificación de México y Chiapas, por lo que expreso de manera pública mi disposición al trabajo en equipo y mi preocupación por las implicaciones que dichas medidas pudierantener en nuestro estado y, en la relación bilateral México-Estados Unidos.
Lo anterior nos obliga a todos a estar conscientes de que, la militarización de la frontera y la posible intervención en seguridad interna ponen en riesgo la paz en la región. Además, la designación de los cárteles como grupos terroristas podría escalar la violencia y legitimar así las incursiones militares estadounidenses en territorio mexicano, como lo sugirió el propio Trump al afirmar que: “todo puede pasar”. El restablecimiento de “Quédate en México” y la suspensión del programa CBP One intensificarán la crisis migratoria heredada en Chiapas, sobrecargando los débiles sistemas de asistencia social y afectando tanto a migrantes como a comunidades chiapanecas.
Frente a este panorama, debemos reconocer que el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha tomado medidas importantes para fortalecer la seguridad y el desarrollo de Chiapas en este corto periodo. Su enfoque en la pacificación del estado, la firma del Convenio Marco de Seguridad con Oaxaca, y la implementación del Plan Chiapas-Balam para mejorar la infraestructura son pasos significativos. Estas acciones demuestran una visión proactiva, anticipándose a posibles desafíos como los que he descrito anteriormente. El gobernador está sentando las bases para un Chiapas más seguro y próspero, lo cual es fundamental para enfrentar cualquier eventualidad futura que pueda surgir en nuestra región fronteriza.
Además, la propuesta de Trump de imponer aranceles del 25% a productos mexicanos golpeará directamente a la economía de Chiapas, afectandosobre todo a las exportaciones agrícolas y poniendo en riesgo empleos y medios de subsistencia. Ante esto, la diplomacia mexicana debe actuar con inteligencia y firmeza, evitar que la tensión escale, y mucho menos, caer en polémicas innecesarias y que impidan lograr acuerdos para protejer nuestros intereses.