Cd. de México (09 mayo 2022).- En los últimos años, las agresiones a periodistas mujeres se han incrementado, de acuerdo con un análisis realizado por Signa Lab del Iteso.
El centro de investigación analizó los reportes que tiene la organización Artículo 19, y encontró que de 2010 a 2015 se promediaron 50 ataques al año.
“Para el periodo 2016 a 2021 la cifra por año alcanzó los 161 casos, siendo los últimos dos años los que más reportes registraron: 207 en el año 2020 y 202 durante el 2021”, detalló.
“En 2019, 2020 y 2021, la mitad del sexenio de AMLO, la intimidación y hostigamiento ha sido el principal tipo de agresión cuando se trata de funcionarios públicos, con 37, 13 y 17 casos registrados en cada uno de esos años”.
En total, de mil 167 agresiones registradas desde 2010 contra mujeres periodistas, los principales agresores son, por mucho, funcionarios públicos, en 397 casos, mientras que 57 fueron del crimen organizado, 78 de fuerzas de seguridad civiles (policías y guardias privadas) y 87 de partidos políticos.
“La cobertura que las periodistas realizan de ciertos temas parece hacerlas más propensas a convertirse en víctimas de una agresión”, agrega la segunda entrega del informe titulado “Asedio, amenaza y ataque. La condición de Vulnerabilidad de periodistas en México”.
“Del total de episodios reportados, 428 casos corresponden a periodistas que cubrían temas de corrupción y política, 167 se ocupaban de temas de derechos humanos, 134 trabajaban sobre protestas y/o movimientos sociales, 94 en torno a seguridad y justicia, 22 cubrían tierra y territorio”.
Sobre las amenazas a la prensa en general, el informe refiere que tan sólo el año pasado la organización Insight Crime documentó la presencia de 60 narcomantas producidas por un solo grupo delincuencial entre enero y julio.
“Mientras que Zeta Tijuana reportó amenazas dirigidas por estos mismos grupos hacia 74 periodistas de enero a agosto de 2021, de acuerdo con datos del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación en México”, añade.
Como ejemplo de violencia hacia periodistas mujeres, Signa Lab recordó los asesinatos de Regina Martínez y Miroslava Breach, el primero perpetrado en Veracruz y el otro en Chihuahua.
“Ambos casos dan cuenta del riesgo que enfrentan las periodistas en la cobertura de temas de alto impacto, como la corrupción política y el crimen organizado”, indica.
“Pero también dejan ver que la procuración de justicia en este tipo de ataques está lejos de ser preventiva, pues las investigaciones realizadas por Forbidden Stories para el caso de Regina Martínez y del Colectivo 23 de Marzo para el de Miroslava Breach ponen en evidencia anomalías en la forma en que se desarrollaron las pesquisas judiciales”.