EFE.- Este lunes se reportó un ataque contra el Palacio Nacional de Haití por parte de hombres armados que ha dejado a empleados atrapados en el recinto y al menos cinco policías han resultado heridos.
En estos momentos continúan los intensos tiroteos en la zona y duros enfrentamientos en la principal plaza pública de Puerto Príncipe, Champs de Mars, muy cerca del Palacio Nacional, entre los pandilleros y la policía.
Los miembros de las bandas armadas, pertenecientes a la coalición Vivir Juntos, liderada por Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, consiguieron incendiar un vehículo blindado de la Policía Nacional en las inmediaciones del Palacio Nacional.
Las muertes, los secuestros y los saqueos siguen a la orden del día en la capital de Haití, donde este lunes se registraban intensos enfrentamientos y tiroteos entre las bandas armadas y la policía, pese a que los niveles de violencia habían bajado en las últimas jornadas tras el aumento de la tensión desde finales de febrero.
En los jardines de Champ de Mars, no lejos del Palacio Nacional, en pleno centro de PuertoPríncipe, los tiroteos obligaron a la gente a correr en todas direcciones para escapar de los disparos, mientras que las actividades se encuentran paralizadas.
Según medios locales, al menos dos personas han muerto en la zona metropolitana de la ciudad.
Además, en el sector de Pétion-Ville, en las colinas de Puerto Príncipe, la mañana de este lunes aparecieron cuatro cuerpos, al parecer con huellas de disparos.
Tres de los cuerpos, según pudo comprobar EFE, estaban juntos boca abajo, en medio de un charco sangre, mientras que el cuarto se encontraba solo en un callejón.
Los vecinos acudieron a ver la escena, tan habitual en Haití, que hasta los niños se acercan a comprobar lo que ocurre.
Desde hace al menos dos semanas, se han encontrado cuerpos casi a diario en Pétion-ville, escenario de enfrentamientos entre las bandas y la policía.
Pese a todo ello, los niveles de violencia actuales están lejos de los registrados a finales de febrero y principios de marzo pasado, cuando los grupos armados arreciaron sus ataques contra instituciones, empresas y propiedades privadas, todo ello en ausencia del primer ministro haitiano, Ariel Henry, que sigue fuera del país y cuya salida del poder reclaman las pandillas.
En aquellos días las matanzas y los ataques incrementaron, como los asaltos el 2 de marzo a las dos principales cárceles del país, la Penitenciaría Nacional y Croix-des-Bouquets, lo que permitió la huida de unos de 3 mil 600 presos, muchos de ellos miembros y cabecillas de bandas armadas.
Tampoco se libraron de la violencia los alrededores del aeropuerto internacional (sigue sin haber vuelos) ni el Palacio Presidencial o el Ministerio de Interior, que intentaron ser asaltados o incendiados por los pandilleros.