Edgar H. Clemente
Chiapas. Abril 01.— Autoridades migratorias decidieron prácticamente vaciar la estación migratoria Siglo 21, considerada la más grande de Latinoamérica, ubicada en la fronteriza ciudad de Tapachula para revisar las condiciones de seguridad del inmueble luego de los hechos en una estación de Chihuahua donde murieron 39 migrantes.
Fuentes del Instituto Nacional de Migración confirmaron que se realiza una inspección del sitio de sobre aspectos de Protección Civil y Emergencia.
En tanto un agente que pidió no ser citado aseguró que esta semana se agilizó la deportación de cientos migrantes – aunque no dio una cifra exacta- y otros fueron liberados con un oficio de salida que les daba plazo para regularizar su situación de legal estancia en el país.
En el inmueble que tiene capacidad para unos mil migrantes y que en ocasiones organizaciones han reportado saturación con casi el doble de asegurados, apenas quedaban el viernes menos de 100 migrantes, confirmó un funcionario del INM que pidió no ser citado.
En un recorrido por el lugar se observó que en el patio de la estación migratoria no había ningún migrante, contrario a imágenes del año pasado cuando llegó a estar abarrotado.
La explanada frontal del sitio, acordonada con vallas metálicas, que regularmente está atestada de extranjeros que buscan entregarse a migración para obtener algún tipo de documento, también lució desierta.
Apenas esta semana organizaciones y activistas protestaron en el exterior del recinto migratorio para exigir justicia por la tragedia en el norte de México.
“No son albergues, son centros de tortura” lanzaron durante la manifestacion el pasado miércoles.
Enrique Vidal, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Cordova, señaló que en la estación migratoria Siglo 21 han documentado violaciones a derechos humanos como celdas de castigos, tratos crueles y hasta se han registrado muertes.
Recordó que en 2019 murió una mujer migrante y las autoridades dijeron que se trató de un infarto aunque había testimonios que hablaban de un homicidio.
“Estas instalaciones son ilegales en tanto no reconocen que una privación de libertad se tiene que sujetar a estándares internacionales, y precisamente el no reconocerlo como una privación de libertad se transforma en una detención arbitraria, en un riesgo mayor a la tortura”, denunció.
Las organizaciones plantearon que las estaciones migratorias en México deben desaparecer y replantear la política migratoria para atender a los miles de extranjeros que buscan una mejor calidad de vida y huyen de situaciones de pobreza y violencia en sus países.