Afectará huracán “Hilary” norte de México y sur de EUA

El huracán Hilary tiene en vilo a México y Estados Unidos ante el potencial de que sus lluvias sean “catastróficas”, según ha descrito el Centro Nacional de Huracanes de EE UU este sábado.

La tormenta se ha degradado en las última horas a la categoría 2 de la escala Saffir-Simpson con vientos de 175 kilómetros por hora y rachas de hasta 215 kilómetros por hora. 

Hilary se encuentra en el océano Pacífico frente a las costas de Baja California Sur, en México, pero la previsión meteorológica estima que su fuerza le impulse en las próximas horas al norte de la península de Baja California donde tocará tierra dos veces durante el domingo.

El Servicio Meteorológico de México apunta a que durante la madrugada el huracán tocará tierra en Punta Eugenia, Baja California Sur, para después volver al océano y hacer una segunda entrada en las costas de San Quintín, Baja California.

Hilary se encuentra a 210 kilómetros al oeste de Cabo San Lázaro y a 455 kilómetros al sur de Punta Eugenia, en Baja California Sur. Aunque durante este sábado la tormenta sigue avanzando en paralelo a la península, sus vientos han provocado olas de entre 8 y 10 metros de altura.

La Marina mexicana ha cerrado al menos 15 puertos en la región para evitar que la navegación se vea afectada por el fenómeno y el Gobierno ha enviado a unos 18.000 militares para asistir a la población con posibles daños por las intensas lluvias.

Los meteorólogos estiman que a lo largo de la tarde del sábado y la mañana del domingo Hilary vaya debilitándose mientras se acerca a tierra. La previsión señala que al mediodía del domingo Hilary se encuentre como tormenta tropical internada en la parte norte de la península de Baja California, para continuar su paso hacia Ensenada, Rosarito y Tijuana.

El fenómeno seguirá su avance en tierra hacia el norte hasta cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Hilary seguirá provocando fuertes lluvias en el sur del Estado de California, donde ya se ha emitido la primera alerta de tormenta tropical de la historia para esa región.

La población en la península de Baja California ha comenzado a preparar los refugios y a hacerse con el acopio de agua y comida para las próximas horas. La Coordinación Nacional de Protección Civil de México ha abierto albergues en diversos puntos de la región tanto en Baja California como en Baja California Sur. “Han iniciado las evacuaciones en las zonas susceptibles a inundación, además de que se han cerrado los tramos carreteros donde existen vados”, ha explicado la dependencia en un comunicado.

La temporada de huracanes en el Pacífico comienza en el mes de mayo de cada año —el 1 de junio de en el caso del Atlántico— y termina a finales de noviembre. Este año, arrancó con el ciclón Adrián y la tormenta tropical Bret: el primero se acercó a México por la zona del Pacífico, y el segundo por la del Atlántico. A ellos les siguieron otros fenómenos como el huracán Beatriz, que amenazaba a las costas del oeste mexicano con vientos de 120 kilómetros por hora y que terminó disipándose frente a las costas de Jalisco.

Alerta en California

La tormenta ha puesto en guardia a las autoridades de California, un estado acostumbrado a lidiar con terremotos e incendios forestales, pero que ha recibido por primera vez una alerta por tormenta tropical. Esta se extiende desde las comunidades fronterizas hasta localidades del sur de Nevada. Aunque el norte de México puede llevarse la peor parte de Hilary, las autoridades de las ciudades del sur han pedido a la población estar atentos del avance del meteoro, que dejará chubascos y ráfagas de viento.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha ordenado tener lista una declaratoria de emergencia para que entre en vigor rápidamente en caso de ser necesario. Las autoridades han solicitado a los angelinos mantenerse lejos de la costa y de las playas en lo que dure la tormenta, que se estima llegará como depresión tropical al territorio estadounidense la noche del domingo. La junta de supervisores del condado de Los Ángeles, una vasta zona poblada por más de ocho millones de personas, ha decretado el cierre de parques y espacios públicos el domingo y el lunes.

Los bomberos han preparado un equipo de rescate de medio centenar de personas en caso de que haya inundaciones repentinas. También se están regalando sacos de arena a la población para que estos sean llenados con arena para hacer diques y evitar la subida del agua.

En San Diego, una ciudad en la frontera con México, las autoridades ya han implementado varios albergues para la población. El alcalde de la urbe, Todd Gloria, ha afirmado que el Ayuntamiento está invitando a muchos sin techo a que busquen refugio en algunos de los sitios que han sido acondicionados para la llegada de Hilary.

Los meteorólogos creen que la tormenta tropical puede dejar precipitaciones récord en varias comunidades de California, algunas de ellas que rara vez reciben lluvias anuales. Es el caso del Valle de la muerte, conocido como el punto más seco de Norteamérica y uno de los más calientes del mundo.

“Todos deben estar preparados para inundaciones muy significativas. No hay tiempo que perder para prepararse. El pronóstico no va a mejorar”, advirtió el Servicio Meteorológico, que ha puesto bajo alerta también a las poblaciones que se encuentran en el Valle de Morongo, a medio camino entre Las Vegas y Los Ángeles. Se prevé que ciudades como la desértica Palm Springs recibirá en tres días el promedio de lluvia que recibe en un año.

Los pronósticos climatológicos para el domingo han traído a la mente una violenta tormenta tropical de septiembre de 1939 conocida como El cordonazo de San Francisco, que provocó 48 muertes después de afectar con lluvias torrenciales las ciudades de Long Beach y San Pedro.

Muchos en California han optado entonces por la prudencia. Los servicios de algunos trenes de la costa, que conectan Los Ángeles con San Diego, han sido suspendidos temporalmente. Las compañías telefónicas y de Internet han advertido a sus usuarios que podría haber cortes en el servicio. Las ligas profesionales de béisbol y fútbol, la MLB y la MLS, respectivamente, han reprogramado los juegos que tenían para el domingo.