Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado aprobaron el dictamen de reforma constitucional que elimina siete organismos autónomos, entre ellos el INAI, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia Económica y el Coneval.
La discusión tomó menos de dos horas en dichas comisiones. Se emitieron 25 votos de senadores de Morena, PT y PVEM, y 11 en contra de PRI, PAN y Movimiento Ciudadano.
El dictamen podría ser discutido en la sesión del pleno del Senado de la República este jueves.
En la discusión del asunto, los legisladores del PAN y PRI, partidos que en la Cámara de Diputados acusaron que Morena había eliminado la supremacía constitucional dentro del dictamen, no hicieron mención alguna de este tema.
El dictamen crea un organismo descentralizado, no autónomo, que asumirá algunas de las funciones del IFT y de la Cofece.
El senador Marko Cortes dijo que gracias al PAN se creó el INAI, y uno de los primeros efectos de ello fue el toalla-gate, un escándalo que involucró al expresidente Vicente Fox.
Refirió que la desaparición del INAI y del IFT afecta la certeza del Estado de derecho en México, así como los compromisos de México con el tratado comercial, T-MEC, con Estados Unidos y Canadá.
La senadora priista Claudia Anaya mencionó que la desaparición de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), cuyas funciones se pasarán a la SEP, y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que pasará al INEGI, afectará más a los mexicanos que menos tienen, porque no habrá acciones específicas para medir la educación y la pobreza.
El vicecoordinador de Morena, Ignacio Mier, arengó que “nunca más instituciones que estén al servicio de particulares y muchas veces de intereses extranjeros”.
Argumentó que en 30 años, los gobiernos del PRI y PAN se dedicaron a destruir el andamiaje institucional para proteger intereses extranjeros, mucho de ello por recomendación de la OCDE.
Y mencionó que Morena está a favor de las recomendaciones de la OCDE para que haya más inversión extranjera, de la libre competencia, de la transparencia y la disminución de la pobreza, “pero no que nos la manda sin que tenga impacto, queremos que la midan en la disminución como lo logramos gracias a transferir casi un billón de pesos que se iban por el caño de la corrupción en beneficio de 23 millones de familias mexicanas”.
Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano, afirmó que esta reforma busca seguir el proceso de destrucción institucional más grande que el país tenga memoria en su era moderna, a fin de someter a las instituciones a la voluntad a una mayoría transitoria. Dijo que su eliminación reducirá la rendición de cuentas, y fomentará la opacidad y corrupción.
La legisladora panista Mayuli Martínez Simón afirmó que Morena “disfrazó” este dictamen de simplificación de la administración pública, cuando en realidad es la desaparición de órganos que son fundamentales para el Estado de derecho y la división de poderes.
Alejandro González Yáñez, del PT, admitió que este dictamen sí pretende concentrar las funciones de organismos en el Ejecutivo federal, aunque consideró que ya eran funciones de la presidencia de la República.
Sostuvo que las instituciones que desaparecen eran integradas por empleados de la oligarquía y de la “mayoría rapaz”; son autónomos de los ciudadanos, pero no de los intereses”, aseveró.
“Eso se acabó y no lo ocultamos, por eso una de las mayores máximas de la cuarta transformación es la separación del poder político del poder económico, y por eso la transformación, que está en proceso, es del tamaño de la reforma de 1857”, refirió.
Pero la senadora priista Carolina Viggiano le contestó que, con esta reforma, esa idea de separar el poder político del económico, es en sentido contrario, porque los órganos autónomos que desaparecen buscaba que no hubiera intereses mezclados con el gobierno.
“Hoy retrocedemos y es un pésimo mensaje al interior y al exterior de México”, planteó.
También destacó que no hay un instrumento más neoliberal que el T-MEC, que fue firmado como TLC en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y hoy Morena lo está defendiendo porque es un instrumento de desarrollo de la economía nacional.
Finalmente, aseveró que “eso de mandar al diablo” a las instituciones no es bueno para nadie.