México.- La Ciudad de México avanzó una fase en su plan de reapertura al pasar de semáforo rojo (alerta máxima) a semáforo naranja gracias a la reducción de ingresos hospitalarios, lo que permitirá ampliar horarios de restaurantes y abrir gimnasios e iglesias.
“Les tenemos una buena noticia. El día de hoy entramos ya al semáforo naranja”, expresó este viernes en conferencia de prensa la alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, lo que supone un paso más en el plan “Reactivar sin arriesgar”.
A partir del próximo lunes, los restaurantes capitalinos podrán extender su horario de cierre de las 21.00 horas a las 22.00 horas, operar únicamente en terrazas al aire libre y en mesas con un máximo de cinco comensales.
Los gimnasios en espacios cerrados podrán abrir con entrenamientos individuales sin actividades grupales, mientras que se autorizará la apertura de iglesias pero sin ceremonias.
También abrirán las piscinas con clases individuales y distancia de dos carriles entre nadadores y se permitirán los espectáculos teatrales al aire libre.
En la capital mexicana seguirá prohibida la operación de casinos, cines, escuelas, museos, bares, discotecas, oficinas, espectáculos masivos, eventos deportivos y parques de diversiones.
El Gobierno capitalino justificó esta nueva fase debido a una reducción sostenida en la ocupación hospitalaria durante las dos últimas semanas.
La capital registra actualmente 5.860 hospitalizados, una reducción del 21 % respecto al pico de 7.401 ingresados que hubo el pasado 21 de enero.
Actualmente, los hospitales tienen una ocupación del 68 %, ya lejos del 90 % que se registraba en semanas anteriores.
En los hospitales del área metropolitana de la Ciudad de México, que engloba a más de 20 millones de personas, hay 7.873 ingresados, 2.198 menos que los 10.071 del pico.
Por eso, el Estado de México, colindante con la Ciudad de México y la región más poblada del país, también anunció este viernes el paso a semáforo naranja, ampliando horarios y aforos de negocios, restaurantes y centros comerciales.
La Ciudad de México y el Estado de México permanecían en semáforo rojo desde el 18 de diciembre, cuando decretaron el cierre de toda la economía no esencial para frenar un incremento acelerado de ingresos hospitalarios a las puertas de las festividades navideñas.
El pico de 7.401 ingresados en enero en la capital superó con creces el anterior, registrado en mayo con 4.573 hospitalizados.
Sin embargo, a raíz de las presiones del sector, la capital ha autorizado progresivamente durante las últimas semanas la operación al aire libre de restaurantes y la apertura con aforos limitados de centros comerciales.
Con 171.234 fallecidos y 1,9 millones de contagios confirmados, México es el tercer país del mundo con más muertos por la pandemia, por detrás de Estados Unidos y Brasil.