Con el propósito de aprovechar la luz natural para lograr un ahorro en el consumo de energía surgió el cambio de hora, con el cual ganamos o perdemos una hora al atrasar o adelantar el reloj un ahora. Este cambio que se produce dos veces al año se lleva a cabo el último domingo de octubre logrando así el horario de invierno al atrasar una hora, mientras que el segundo cambio ocurre al adelantar el reloj el último domingo de marzo con lo cual adoptamos el horario de verano.
Este año 2021, el cambio de horario se realizará en la madrugada del domingo cuatro de abril cuando a las 2:00 los relojes sean adelantados a las 3:00 horas, así el nuevo horario de verano concluirá hasta el 31 de octubre cuando se atrase el reloj una hora.
Estos cambios no sólo permiten el ahorro de energía, que es la principal causa, sino también inciden en la reducción a la contaminación ambiental, además de que los sectores empresariales, como el comercio, entretenimiento y turismo obtienen ventajas ya que la gente está más dispuesta a salir cuando hay luz, por lo tanto también significa más tiempo para realizar actividades al aire libre e incluso al disponer más horas de luz se propicia mayor cantidad de vitamina D.
A pesar de los beneficios que se puedan generar con el cambio de horario, también se desencadenan desventajas, ya que el cuerpo humano requiere readaptarse nuevamente a un nuevo horario, por lo tanto en el horario de verano se tiene como consecuencia que amanece más temprano y se resta una hora a la fase de sueño, lo cual provoca insomnio, somnolencia, dolores de cabeza, o incluso pueden aparecer conductas como irritabilidad, ansiedad e inquietud.