Cd. de México (06 enero 2022).- La muerte del narrador oral Víctor Chi es un doloroso caso emblemático de las condiciones de precariedad laboral que padecen los trabajadores de la cultura en México, concuerdan sus colegas y trabajadores del sector.
Cuentacuentos enérgico e inventivo, siempre cercano a las comunidades y barrios; recopilador de leyendas y mitos populares, sobre todo de su Colima adoptiva, y activista por diversas causas sociales, falleció este 5 de enero en una situación económica angustiante.
Hasta sus últimos días, incluso desde su cama en una clínica del IMSS, el promotor denunció en su cuenta de Facebook que el programa Alas y Raíces de la Secretaría de Cultura (SC) le adeudó durante 9 meses el pago por una serie de funciones.
“Gracias a la bendita y gran transformación progresista de este País, muchos artistas, promotores culturales, gestores y creadores, así terminamos el año e iniciamos el 2022, sumidos en la zozobra, la incertidumbre, las deudas y la miseria”, reclamó apenas el 30 de diciembre, durante su convalecencia.
La noticia de su fallecimiento provocó inmediatas muestras de rechazo por parte del gremio ante una serie de prácticas laborales que, si bien provienen de sexenios atrás, han incluso empeorado durante la Administración actual.
Pagos con retrasos de meses, contratos temporales para puestos clave que no generan antigüedad ni prestaciones, falta de seguridad social y atención médica, son algunos de los problemas que acumulan las dependencias bajo la SC, como han denunciado diversos colectivos de trabajadores.
“Lo de Víctor Chi es un doloroso recordatorio de que quienes trabajan desde el arte para niñas y niños trabajan en condiciones precarias desde hace décadas”, estima el escritor Luis Téllez Tejeda, promotor de lectura para las infancias.
A decir suyo, el exiguo presupuesto que reciben las instituciones nunca aumenta más que la inflación, lo que propicia la continuidad de este tipo de prácticas hacia artistas y gestores; una tendencia que el Gobierno actual prometió revertir.
“Lo que sorprende de esta Administración es que cuando llegaron se comprometieron a cambiar las condiciones de contratación que permiten que la Secretaría pague al final del año lo trabajado durante todos los meses anteriores, sin ninguna seguridad social ni financiera para los artistas. Esto no ha ocurrido y eso juega en contra de los artistas, de la cultura y, por supuestísimo, de niñas y niños que son el público para el que trabajan”, critica.
Originario de Yucatán, Chi fundó el proyecto “Leyendas, misterios y recuerdos de los pueblos de Colima, Fortaleciendo la raíz”, con el que, acompañado por su esposa, hijo y hermano, recorrió todo el país contando cuentos, realizó programas de radio y publicaciones antológicas y promovió las culturas tradicionales en comunidades con altos índices de marginación.
Fue con este proyecto que, en marzo del año pasado, resultó seleccionado para formar parte de la Programación de Alas y Raíces 2021, con lo que se comprometió a ofrecer 12 presentaciones por un pago neto de 18 mil pesos.
Todavía el pasado 31 de octubre, Chi y su familia cumplieron con lo acordado y se presentaron en el Complejo Cultural Los Pinos, en la Feria de las Calacas, con el adeudo sin saldar.
“Me agarra el fin de año casi ciego, casi sordo y ya casi sin poder caminar… Apretando los dientes y rumiando nuestro coraje, resistimos y seguimos siendo artistas, esperando que Alas y Raíces MX, (Alejandra) Frausto y su consorte de bandidos, y la complicidad de AMLO, porque es imposible que no lo sepa, nos depositen el monto de la convocatoria que ganamos en marzo”, escribió también a fines de diciembre, en un señalamiento a la titular de la SC y al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Un problema estructural
Consultados por este diario, los artistas escénicos Itzel Enciso y Alfredo Galván, también seleccionados en la misma convocatoria de Alas y Raíces, reportaron que apenas este 6 de enero, un día después de la muerte de Chi, recibieron el monto que les prometieron para septiembre de 2021.
Aun al tratarse de casos distintos, pues la compañía de Enciso tuvo un problema con una cuenta bancaria, y la de Galván no tuvo contratiempos con sus documentos, los pagos llegaron el mismo día y hasta el año siguiente.
Ambos refieren que no es un problema exclusivo de Alas y Raíces, sino que se trata de un asunto estructural de las dependencias de Gobierno.
“El caso de la indignación que surge a partir de esta lamentable noticia es que creo que no puede seguirse manejando así, en donde te pagan meses después de haber terminado un trabajo, porque eso implica una vulnerabilidad a las personas”, denuncia la directora de Borderline Teatro.
“¿Dónde queda la dignidad? ¿Dónde queda la vida de una persona que, si bien no la mataron con una pistola, son ese tipo de violencias estructurales que sí atentan contra los derechos básicos? Y esos son derechos contra los que está atentando el Estado, cuando el Estado es quien tendría que proporcionarnos seguridad”, abunda.
Urgen reforma administrativa
Aunque durante los primeros días del Gobierno actual se prometió una revisión profunda de los sistemas de contratación y pagos de la SC, el sector que encabeza Frausto ha tenido los mismos problemas de impagos e, inclusive, conflictos laborales más agudos.
En 2019, por ejemplo, una mala política de dispersión de pagos para el programa Cultura Comunitaria, entonces estrella del sexenio -antes de ser desbancado por el Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura-, provocó adeudos a hasta 4 mil artistas y gestores en su peor momento.
“Hace falta una reforma administrativa que permita que se nos trate como artistas y creadores, no como proveedores, porque no tenemos la capacidad de aguantar meses sin un pago, como lo pueden hacer otras empresas, y los pagos tendrían que salir el día que damos nuestro evento”, señala Guadalupe Ocampo, parte del colectivo No Vivimos del Aplauso, formado ese 2019 de impagos.
“Es terrible lo que pasó con el compañero Chi, y que no sólo ha pasado con él, ha pasado con muchas y muchos compañeros. Esta reforma urge y es algo que tiene pendiente Alejandra Frausto que resolver a nivel administrativo y que no lo ha hecho. A ver cuántas muertes más no suceden por causa de la falta de pagos oportunos; esperemos que ya se resuelva”, condena.
Creador de personajes entrañables como la Tía Rosa, Toribio y Pancho Chencho, Chi será recordado no sólo como un promotor cultural todoterreno y a ras de suelo, sino como un doloroso símbolo de las consecuencias de políticas laborales erradas.
“Yo no cuento por contar, ni por tener buena voz. Contamos historias y leyendas para ejercer nuestro derecho a imaginar, a soñar, porque intentamos pintar el mundo de mejor color¡Ésa es nuestra misión!”, era su credo de vida.