Edgar Hernández
Don Chuy migró de San Luis Potosí a Monterrey hace ocho años para trabajar en una fábrica de bolsas de plásticos. A sus 59 años de edad se quedó sin empleo a causa de la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19. La empresa no lo liquidó y ahora enfrenta un proceso legal en la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Sin empleo ni ahorros sale a caminar diariamente en busca de una oportunidad, pero por la edad el panorama es más que incierto.
“Tengo que caminar desde allá (señala hacia un cerro en la ciudad de Monterrey) para ahorrarme lo del pasaje, ya me duelen mis pies. No tengo ni para comer, ayer me comí una sopa Maruchan, eso fue lo que comí todo el día”, cuenta el adulto mayor sentado en una banca de la Macroplaza.
En su estado natal se dedicaba al campo en la siembra de hortalizas, pero los ingresos eran insuficientes. Sin esposa y sin hijos, nunca se casó por cuidar a sus padres, Don Chuy intentó ir a los Estados Unidos pero lo detuvieron tras cruzar ilegalmente la frontera y lo regresaron a México.
En Tamaulipas, por donde cruzó, recuerda que grupos armados patrullaban la frontera para robarle a los migrantes. Tras fracasar en conseguir el sueño americano decidió quedarse en Monterrey.
Ahora él se queja de los migrantes centroamericanos que llegan desde el sur también en busca del sueño americano.
“Vienen a causar muchos problemas, la gente ya no confía en uno cuando va a pedir trabajo por culpa de los centroamericanos”, dice mientras come una fritura.
“Y a mi edad es más complicado”, agrega mientras guarda la fritura en una mariconera para comerla más tarde “con unas tortillas”.
Dice que está a punto de la mendicidad, debe la renta del último mes del cuarto que alquila y para comer pretende ir a buscar ayuda al DIF. También por la edad aún no es beneficiario de ningún programa social de la 4T, le faltan nueve años para acceder a la pensión de adultos mayores.
Enchamarrado para soportar el frío de hasta menos cuatro grados de los últimos días, Don Chuy se levanta de la banca y camina solitario hacia el sur, la mañana siguiente tiene que levantarse para recorrer unos 8 kilómetros nuevamente.
Según el INEGI, de abril a diciembre del año pasado se perdieron 12 millones de empleos como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El país cerró el año con una tasa de desempleo de 4.6 por ciento en el ultimo trimestre, mucho mayor a los 3.4 por ciento del 2019.