Rubén Zuñiga
Son tres ex presidentes, son los mismos de siempre, pero que ahora desean avasallar al interior de MORENA, con el único fundamento que los mandaron a participar y a respaldar a un joven cacahoateco -que por cierto- es más tuxtleco que los tacos Ciros.
Los tres personajes no gozan de buena reputación. Uno de ellos, de bata blanca, perdió el proceso pasado, y ahora tendrá la obligación moral de volver a ser el abanderado del PVEM, y seguramente declinará a favor del joven tuxtleco-cacahoateco.
Los otros dos son malqueridos en Villa de las Hortensias. A uno lo recuerdan por ser del PAN, luego del PVEM y después de estar una Milla al interior del Amate.
El otro, apoyó a quien hoy ocupa Palacio Municipal, además, de ser rememorado por pintar las luminarias de rojo, tanto que un ex mandatario estatal le pidió que por lo menos una lamparita se la pintara de verde.
Los 3 se han convertido en caciques de su comuna, se han metido poco a poco a MORENA, y aunque ahí tampoco los quieran, no pierden la esperanza de generar votos y cumplirle a su patrón, un Senador que podría caer del pedestal de la 4T, y después adentrarse en una zanja negra.