HUIXTLA, México (AP) — La última caravana de migrantes que salió del sur de México hace dos días quedó el domingo totalmente disuelta con la entrega de más de 3.000 permisos temporales en sólo dos días para que los extranjeros puedan transitar por el país, una estrategia que ya se repite de forma casi constante.
“Con estas acciones se suspendió el avance del contingente”, dijo el Instituto Nacional de Migración en un comunicado.
Aunque los migrantes, la mayoría venezolanos, habían pedido un corredor humanitario para llegar hasta la frontera con Estados Unidos, después de avanzar menos de 50 kilómetros aceptaron los documentos que les dan un plazo de 30 días bien para regularizar su situación o bien para transitar por el país, un período que la mayoría aprovecha para tomar autobuses y viajar hacia el norte.
“Dijeron que mejor nos daban papeles y que nos fuéramos por nuestra cuenta”, comentó él venezolano Jonathan Ávila, autoproclamado vocero del grupo. “Pero en Tapachula todavía hay muchos migrantes, estamos pensando organizar otra caravana con toda la gente rezagada”, advirtió.
Los migrantes pidieron a las autoridades que respeten los papeles que han entregado ya qué algunos decían que a otros extranjeros les han roto sus documentos en distintos puntos del trayecto o los han devuelto a la frontera sur.
“El objetivo de todos es salir de México, no es quedarse en México”, dijo el venezolano Neyber Medina. “Qué ganan las autoridades con tenernos aquí? Que nos dejen pasar, que no nos obstaculicen el paso, necesitamos un tránsito libre”.
Algunos de los extranjeros indicaron que su objetivo era llegar a Monterrey y de ahí a la frontera.
Unos 7.000 migrantes, también la mayoría de ellos venezolanos, consiguieron este tipo de documentos hace sólo unas semanas cuando salió la caravana más grande del año de la zona fronteriza con Guatemala coincidiendo con la cumbre de líderes de las Américas que se celebraba en Los Ángeles.
Las autoridades de algunos estados fronterizos con Texas bloquearon el paso a algunos de esos migrantes pero otros siguieron caminando en pequeños grupos y muchos lograron cruzar el Río Bravo.
Las caravanas representan sólo una ínfima parte de los miles de migrantes que cruzan cada día ilegalmente a Estados Unidos gracias a los traficantes.
Desde el pasado mes de octubre las autoridades migratorias mexicanas utilizan la estrategia de ofrecer permisos temporales de tránsito para descongestionar el sur del país, donde las oficinas que tramitan las solicitudes de refugio están totalmente desbordadas.
Según datos oficiales, la cifra récord de más de 130.000 migrantes pidieron refugio en México en 2021 y las solicitudes se incrementaron un 20 por ciento.
Los colectivos de derechos humanos han criticado la falta de transparencia en la concesión de los documentos.