CIUDAD DE MÉXICO – Durante una visita de tres días a México, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, refrendó el compromiso de ACNUR para continuar fortaleciendo el sistema de asilo y buscar soluciones a los retos de la movilidad humana en la región.
El Alto Comisionado se reunió la Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado, con quien firmó un convenio para que 100 personas refugiadas y solicitantes de asilo puedan estudiar en diferentes universidades en México. Con el Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, firmó un convenio para el fortalecimiento institucional de COMAR.
Las solicitudes de asilo en México han sobrepasado las 116.000 en 2021, lo que es 46% superior a 2019, año con el mayor registro. En la Ciudad de México, el Alto Comisionado conversó con personas que han huido de la violencia, abusos y amenazas de las pandillas criminales que les mantenían bajo acecho en sus países, así como de la violencia basada en género. Estos testimonios muestran que es necesario seguir fortaleciendo el sistema de asilo, que, si bien ACNUR continuará apoyando, resulta urgente aumentar el presupuesto de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), acorde a las necesidades.
Acompañado en su visita del Coordinador Residente de las Naciones Unidas en México, Peter Grohmann, el Alto Comisionado constató que a México están llegando personas con diferentes necesidades de protección, muchas de nacionalidad haitiana, quienes actualmente no tienen otra opción más que iniciar su solicitud de asilo ante la COMAR. Reiteró la importancia de encontrar alternativas migratorias para personas que no tengan necesidades de protección internacional.
“México se encuentra hoy bajo una creciente presión con la llegada continua de personas con necesidades distintas y cada vez más complejas a sus dos fronteras. No puede haber una sola respuesta – las soluciones tienen que ser integrales, inclusivas con un enfoque regional: es crucial reforzar el sistema de asilo, asegurar alternativas migratorias y una integración efectiva”, comentó Filippo Grandi.
El programa de reubicación del sur al norte del país y de integración local de ACNUR, que ha beneficiado hasta ahora a más de 14.000 personas refugiadas, se podría ampliar, en cooperación y coordinación con otras agencias de las Naciones Unidas, a personas con una regularización migratoria alternativa al asilo. El programa se está implementado con éxito en 11 ciudades del centro y norte de México, donde la oferta laboral y de vivienda, así como los sistemas de educación y salud, permiten a las personas refugiadas empezar a reconstruir sus vidas.
El Alto Comisionado también reafirmó el compromiso del ACNUR para apoyar el desarrollo de un marco normativo, y políticas de prevención y protección a las víctimas de desplazamiento interno.
En Tijuana, Baja California, el Alto Comisionado escuchó de primera mano historias de personas con necesidades de protección internacional, y pudo observar las complejas dinámicas en la frontera México-Estados Unidos. Reconoció que existen muchos retos y advirtió que los flujos pueden ser manejados de forma que se garantice tanto la seguridad como los derechos de las personas refugiadas y migrantes.
Por separado, el Alto Comisionado se reunió con la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, y con el alcalde de San Diego, Todd Gloria, administradores de ciudades que, dijo, están vinculadas por la geografía, la historia y la movilidad humana.
En Guadalajara, Jalisco, el Alto Comisionado firmó un convenio con la Universidad de Guadalajara para facilitar que jóvenes refugiados puedan acceder a estudiar en esta prestigiosa Casa de Estudios. Filippo Grandi visito el Albergue de FM4, socio histórico del ACNUR, donde se encontró con refugiados y migrantes provenientes de distintas partes de la región. Pudo observar la integralidad de la respuestas a las diversas necesidades de las personas desplazadas, desde la asistencia jurídica a la atención médica y psicosocial, así como el acceso a la educación y la inserción laboral.
Mas tarde visitó a Mexa, una empresa mexicana de diseño de muebles que incluye a personas refugiadas en su plantilla laboral. La contratación de refugiados responde, por un lado, a sus necesidades de mano de obra artesanal, y del otro, Mexa ofrece a los refugiados una oportunidad para recomenzar sus vidas y ser parte de su empresa, considerándoles como familia. Hoy son 88 empresas en Guadalajara y sus alrededores empleando personas refugiadas y existe mucho potencial para expandir el programa en varias partes del país.
Con la presencia del Alto Comisionado y del titular de la COMAR, Andrés Ramírez, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, instaló la Mesa Interinstitucional sobre Refugio y Protección Complementaria con Perspectiva de Género, que representa un claro compromiso hacia las personas desplazadas por violencia.
Durante su visita, el Alto Comisionado tuvo intercambios con la comunidad diplomática, así como agencias de la ONU y organizaciones de la sociedad civil. En Tijuana, acompañado del Embajador, Ken Salazar, visitó el Centro de Formación para Migrantes y Refugiados, un espacio manejado por los Scalabrianos y financiado por el Gobierno de los Estados Unidos. Junto con el Embajador de la Unión Europea en México, Gautier Mignot, fue testigo del arranque de operaciones de la COMAR, instalaciones que fueron remodeladas con el financiamiento de la Unión Europea.
Este jueves, el Alto Comisionado continúa su gira de trabajo por la región, en la que visitará El Salvador y Guatemala. En Antigua, acudirá a la reunión anual del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS).