París.- La fiscalía pidió este jueves una pena de 18 meses de prisión contra Damien T., quien reconoció en audiencia judicial haber abofeteado hace dos días al presidente francés Emmanuel Macron durante una visita a la ciudad de Valence, en el sureste de Francia.
Esta bofetada, “absolutamente inadmisible” es un “acto de violencia deliberada”, sostuvo el representante del Ministerio Público en Valence, frente al hombre de 28 años.
Damien afirmó a los investigadores haber actuado “sin pensar”. Está detenido desde el incidente del martes.
El delito que se le imputa: violencia contra una autoridad pública, conlleva una pena máxima de tres años de cárcel y una multa de hasta 45 mil euros (unos 55 mil dólares), aunque el tribunal puede tener cuenta su limpio historial criminal y cualquier muestra de arrepentimiento.
“Sostiene que actuó instintivamente y sin pensar para expresar su descontento”, indicó el miércoles un comunicado del fiscal local.
Descrito por sus amigos como tímido y afable, Damien T. explicó a los agentes que simpatizaba con el movimiento antigubernamental de los “chalecos amarillos” y se declaró afín a la derecha o la extrema derecha, aunque “sin pertenecer a ningún partido”.
El joven melenudo, actualmente sin trabajo, es un apasionado de la historia medieval y las artes marciales y pronunció un antiguo eslogan monárquico al abofetear al presidente.
Su amigo Arthur C. fue detenido al mismo tiempo el martes por haber filmado la agresión pero no será acusado por el incidente, según el fiscal.
Macron rebajó importancia a la bofetada, señalando que fue un incidente “aislado”, y apostó por seguir la gira que había iniciado para “tomar el pulso” del país tras un año de pandemia y a un año de las elecciones presidenciales.
Los líderes de todo el espectro político francés condenaron de forma inusualmente unánime el incidente, que muchos ven como un síntoma del tenso clima político a semanas de elecciones regionales y apenas diez meses de las presidenciales.
Macron, de 43 años y con unos índices de popularidad al alza recientemente, buscará un segundo mandato con la líder de ultraderecha Marine Le Pen como principal rival, según los sondeos.