¿Por qué el Papa pidió perdón a los indígenas en Canadá?

Desde el siglo 19 hasta la década de 1970, más de 150 mil niños indígenas fueron obligados a asistir a internados cristianos financiados por el Gobierno canadiense en un esfuerzo por asimilarlos a la sociedad.

Dicho sistema de asimilación cultural causó la muerte de al menos 6 mil menores por enfermedad, desnutrición, negligencia o abusos y creó un trauma a varias generaciones. Muchos de los niños nunca regresaron con sus familias.

Casi tres cuartas partes de las 130 escuelas residenciales estaban a cargo de congregaciones misioneras católicas romanas, y otras eran operadas por la Presbiteriana, la Anglicana y la Iglesia Unida de Canadá, que hoy es la denominación protestante más grande del país.

El Gobierno canadiense ha admitido su papel de aislar a los niños nativos de sus hogares, familias y culturas, y que el abuso físico y sexual proliferaba en las escuelas, donde los estudiantes eran golpeados por hablar su idioma nativo.

Ese legado de abuso y aislamiento ha sido citado por los líderes nativos como una causa del alcoholismo y la adicción a las drogas que se ven ampliamente en las reservas hoy en día.

Los líderes indígenas lo han llamado una forma de genocidio cultural.

En 2005, se creó la comisión de reconciliación como parte de un acuerdo de demanda colectiva de 5 mil millones de dólares canadienses, el más grande en la historia de Canadá.

Según el acuerdo, los estudiantes que asistieron a las escuelas tenían derecho a recibir 10 mil dólares canadienses durante el primer año escolar y 3 mil más por cada año posterior. Las víctimas de abusos físicos y sexuales tenían derecho a una compensación adicional.

A principios de este 2022, Canadá anunció que alcanzó lo que definió como el acuerdo más grande en la historia del país, al destinar 31 mil 500 millones de dólares para arreglar el sistema discriminatorio de bienestar infantil de la nación e indemnizar a los pueblos indígenas perjudicados por él.

En julio de 2021, se encontraron más de 600 tumbas sin marcar en el lugar donde antes había un internado para niños indígenas.

Los cuerpos fueron hallados en el Internado Indígena Marieval, que funcionó de 1899 a 1997 en el lugar donde se encuentra ahora la nación indígena Cowessess.

Después del descubrimiento, el Papa Francisco expresó su dolor y presionó a las autoridades religiosas y políticas para que arrojaran luz sobre “este triste asunto”, pero no ofreció disculpas.

El Primer Ministro Justin Trudeau dijo después que habló personalmente con el Pontífice para recalcarle lo importante que no es solo una disculpa, sino que se disculpara con los indígenas en suelo canadiense.