Ven mejor manejo de pandemia en países con menor corrupción

Los países donde hay menos corrupción están mejor posicionados para enfrentar los desafíos económicos y de salud que plantea la pandemia del coronavirus, según un estudio anual de Transparencia Internacional.

Los países con mejor desempeño invirtieron más en atención médica y estaban “en mejores condiciones para proporcionar cobertura sanitaria universal y tienen menos probabilidades de violar las normas democráticas”, concluyó el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2020, elaborado por Transparencia Internacional.

“El Covid-19 no es solo una crisis sanitaria y económica”, dijo Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional.

“Es una crisis de corrupción. Y no la estamos superando”, agregó.

Según el índice, Estados Unidos alcanzó un nuevo mínimo en medio de su declive constante durante la Presidencia de Donald Trump, con una puntuación de 67 en una escala donde 0 es “muy corrupto” y 100 “muy transparente”.

Esto deja a EU en la posición 25 de la lista, igualado con Chile, pero por detrás de muchas democracias occidentales.

El dato supone un descenso desde sus puntuaciones de 69 en 2019, 71 en 2018 y 75 en 2017 y es el más bajo desde que hay cifras para la comparativa.

“Además de los supuestos conflictos de intereses y abusos de poder a su más alto nivel, en 2020 la escasa supervisión del paquete de ayudas por el Covid-19 de un billón de dólares planteó graves preocupaciones y supuso un retroceso desde las longevas normas democráticas que promueven un gobierno responsable”, apuntó el reporte de Transparencia, con sede en Berlín.

La relación entre la corrupción y la respuesta al coronavirus pudo verse ampliamente en todo el mundo, según el análisis.

Por ejemplo, Uruguay fue el país mejor valorado de Latinoamérica y acabó en la posición 21 con 71 puntos.

Realiza una gran inversión en salud pública y tiene un sólido sistema de vigilancia epidemiológica, que ayudó no solo con el coronavirus sino con otras enfermedades como la fiebre amarilla o el zika, apuntó el grupo.

Por el contrario, Bangladesh, con 26 y en el puesto 146, “invierte poco en atención sanitaria mientras la corrupción florece durante la pandemia, desde los sobornos en las clínicas de salud a la apropiación indebida de ayuda”.

“La corrupción también está omnipresente en la adquisición de suministros médicos”, afirmó la ONG.

Hasta en Nueva Zelanda, considerado el país menos corrupto del mundo con una puntuación de 88 y que fue elogiado por su respuesta a la pandemia, hay margen de mejora, añadió.

“Aunque el gobierno se comunica abiertamente sobre las medidas y las políticas que implementa, se necesita más transparencia en torno a la contratación pública para la recuperación del Covid-19”, escribió el grupo.

En general, de los 180 países analizados, dos tercios tuvieron menos de 50 puntos y el resultado medio fue de 43 puntos.

Dinamarca empató con Nueva Zelanda en el primer puesto de la lista, seguidos por Finlandia, Singapur, Suiza y Suecia con puntuación de 85.

Noruega con 84, Holanda con 82 y Alemania y Luxemburgo con 80 completan los 10 primeros puestos.

Australia, Canadá, Hong Kong y Gran Bretaña obtuvieron 77 puntos en el puesto 11.

Somalia y Sudán del Sur tuvieron la peor valoración, con 12 puntos que los dejaron en la posición 179, por detrás de Siria (14), Yemen y Venezuela (15), Sudán y Guinea Ecuatorial (16), Libia (17) y Corea del Norte, Haití y República Democrática del Congo (18).

Costa Rica estuvo entre los países latinoamericanos mejor situados en el IPC, con 57 puntos en la posición 42, seguida de Cuba (47 puntos, puesto 63) y Argentina (42 puntos, puesto 68).

En el otro lado de la balanza estaban Nicaragua (22 puntos, posición 159), Honduras (24 tantos, puesto 157) y Guatemala (25 puntos, puesto 149).

México se situó en la plaza 124 de la lista con 31 puntos, y Brasil fue 94 con 38.

Desde 2012, el primer año con el que se pueden hacer comparaciones con la metodología actual, 26 países mejoraron significativamente, incluyendo Grecia, que subió 14 puntos hasta 50; Myanmar, con un aumento de 13 a 28, y Ecuador, que ganó siete para situarse con 39.

Al mismo tiempo, 22 naciones empeoraron notablemente: Líbano, que bajó cinco puntos hasta 25, y Malawi y Bosnia-Herzegovina con siete menos para llegar a 30 y 35, respectivamente.

El índice se calcula empleando 13 fuentes de datos distintos que proporcionan percepciones de corrupción en el sector público de empresarios y expertos, como las evaluaciones institucionales y de políticas nacionales realizadas por el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Mundial en 2020, la Encuesta de Opinión Ejecutiva del Foro Económico Mundial y la encuesta a expertos para el Índice de Estado de Derecho de World JusticeProject.