Ciudad de México. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe… y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, expresó Claudia Sheinbaum Pardo en su primer mensaje como presidenta de la República, en el que, emocionada y con voz enérgica, destacó la lucha de las mujeres que fueron invisibilizadas y que hoy se hacen visibles.
También se comprometió a gobernar para todos y para todas. “Tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria.
Tengo la certeza de que consolidáremos juntas y juntos un México cada día más próspero, libre, democrático, soberano y justo. No les voy a defraudar, les convido a seguir haciendo historia”.
Investida con el cargo de presidenta constitucional, y con la banda presidencial puesta luego de rendir protesta, Sheinbaum Pardo insistió que el 2 de junio la población ratificó no sólo que es tiempo de transformación, sino que es tiempo de mujeres.
En un emotivo mensaje, inmerso entre las arengas de “presidenta, presidenta” con las que legisladores la arroparon, principalmente con el coro de las diputadas y senadoras, la Presidenta sostuvo que “durante mucho tiempo, las mujeres fuimos anuladas. A muchas de nosotras nos contaron desde niñas una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la historia era protagonizado únicamente por hombres; poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo”.
Hoy se sabe, añadió, que las mujeres participaron en las grandes hazañas de México desde distintas trincheras y “hoy sabemos que las mujeres pueden ser presidentas”.
Como lo hizo desde hace un par de meses, reiteró su invitación a nombrar “presidenta, con A”, así como se pronuncia abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra o ingeniera. “Porque como nos han enseñado, sólo lo que se nombra existe”.
Destinó gran parte de su discurso a hablar de las mujeres, los retos que han afrontado en la historia, y los anhelos que acompañan su llegada a la silla presidencial.
“Hoy quiero reconocer no sólo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles; a las que con la nuestra a la presidencia y estas palabras, hago aparecer. Las que lucharon por su sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron”.
Con ella, dijo, “llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron; llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas; llegan las indígenas las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas la demás”.
Asimismo, llegan las bisabuelas que no aprendieron a escribir porque las escuelas “no eran para niñas”, así como “nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes”.
Como heroínas anónimas mencionó a todas las mujeres que “desde su lugar lucharon por ver este momento” y continúo: “Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo; nuestras hermanas que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse. Llegan nuestras amigas y compañeras; llegan nuestras hijas hermosas y valientes, y llegan nuestras nietas”.
Poco a poco, el tono calmado de la ex jefa de Gobierno capitalina se fue tornando con mayor potencia, hasta que, con voz elevada, indicó: Llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día, no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino”.
“Llegan ellas, todas ellas, que nos pensaron libres y felices”, remató, no sin antes incluir a toda la población. Recalcó que “con todas ellas, aquí a nuestro lado, llegan nuestros más grandes sueños y anhelos, llegan con nosotras el pueblo de México: hombres y mujeres empoderados. La transformación les devolvió la dignidad, la libertad y la felicidad, y nunca nadie más se las podrá arrebatar”.
En su estrategia, no volverá la guerra de Calderón
Al exponer la estrategia de seguridad que emprenderá en su administración, de manera contundente, señaló: “No regresará la irresponsable guerra contra el narco de Calderón que tanto daño le sigue haciendo a México”.
Delineó que en su gobierno se emprenderá una estrategia basada en cuatro ejes: atención a las causas; inteligencia e investigación; coordinación con los estados, municipios y distintas dependencias en materia de justicia y seguridad, y el fortalecimiento de la Guardia Nacional. Enseguida apuntó que “quien crea que la Guardia Nacional, estando en la Defensa Nacional, es militarización, está totalmente equivocado”.
Como lo adelantó hace unos días, detalló que mañana por la tarde acudirá a Acapulco para dar seguimiento a la atención a la población damnificada por el huracán John.