El ocaso del PRD está muy cerca. El que fuera el partido de izquierda más importante en México desde 1989 liquidó a la mayoría de sus trabajadores, el INE ya maneja sus finanzas y tomó el control de sus bienes. Pero sus dirigentes aún no apagan la luz con la esperanza de que el Tribunal Electoral pueda reducir la votación total válida del 2 de junio, lo que le permitiría mantener su registro.
De concretarse su desaparición como partido político nacional, sus dirigentes buscarán conformar este mismo año un nuevo partido con miras a las elecciones federales intermedias de 2027. El nuevo instituto político sería diferente al que crearía la llamada Marea Rosa y el Frente Cívico Nacional.
En 1989, el Partido Mexicano Socialista cedió su registro al PRD, que entonces tenía como liderazgos a Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, además de miembros históricos de la izquierda como Heberto Castillo y Gilberto Rincón Gallardo.
La votación histórica más alta del PRD fue en el 2006, cuando junto con el PT y Convergencia alcanzó 14.7 millones de votos, el 35.31% del total de sufragios emitidos, una diferencia de apenas 0.58% con el PAN, lo que impidió ese año obtener por primera vez el triunfopresidencial con López Obrador a la cabeza.
En contraste, en las elecciones del pasado 2 de junio, el Partido de la Revolución Democrática obtuvo apenas el 1.86% de la votación en la elección presidencial, el 2.43% en diputaciones federales y el 2.27% en senadurías, lo que le impidió alcanzar la cuota mínima de 3% para mantenerse como fuerza política nacional.
Entrevistado por Latinus, Ángel Ávila, representante del PRD ante el INE, recordó que el partido impugnó los cómputos en los 300 distritos electorales, entre otras razones, por supuesta presencia de personas ajenas a los funcionarios de casilla.
El reclamo se presentó también al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para que tome en cuenta que el PRD obtuvo una baja votación en ciertas zonas del país con alta presencia de la delincuencia, con ello los perredistas esperan que el tribunal anule algunas casillas, lo que reduciría la votación total válida emitida, y con ello se ajustaría la votación de cada partido.
Tanto el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, como Ángel Ávila, han expuesto sus argumentos a los magistrados electorales Alfredo Fuentes y Felipe de la Mata dentro de los juicios de inconformidad que deberán ser resueltos antes del 3 de agosto.
“Solamente nos escucharon, fueron muy receptivos todos y cada uno de ellos muy respetuosos; hicieron algunos comentarios y nosotros confiamos en que la Sala Superior resuelva de la mejor forma”, dijo Ángel Ávila.
“Hicimos la petición de que valoraran cada una de las pruebas, que se valorará mucho el tema de la prueba contextual que ya fue aplicada por el tribunal en la elección de Michoacán y Tamaulipas, que tiene que ver con la intervención del crimen organizado”.
“Pero que no se necesita tener una denuncia expresa porque evidentemente en este país ningún político que es amenazado va a ir a denunciar a los grupos criminales, no hay confianza en las procuradurías estatales ni en la Fiscalía General de la República, porque para muchos candidatos en este país, son entes que han sido penetrados por el crimen organizado”, añadió.
Bajo el control operativo del INE
Actualmente, el INE tiene el control financiero y de los bienes del PRD como medida precautoria previo a que el TEPJF resuelva en definitiva las impugnaciones de las elecciones de senadores y diputados.
El partido del sol azteca liquidó a la mayoría de sus empleados de su sede nacional, a quienes, no obstante, ofreció recontratar en caso de conservar el registro.
El interventor nombrado por el INE, Ricardo Badín Sucar, está a cargo de supervisar los movimientos del partido, evaluar las multas impuestas y hacer una relación de bienes.
Ángel Ávila señaló que, a diferencia de partidos como Encuentro Solidario o Redes Sociales Progresistas, que a casi cuatro años de la pérdida de su registro aún no pueden ser liquidados debido a las deudas que contrajeron, el PRD no tiene créditos vigentes, salvo un embargo precautorio, debido a un litigio que emprendió en 2006 el empresario argentino Carlos Ahumada, quien reclama al partido una deuda de mil millones de pesos.
Por ese hecho, dijo Ávila, el partido tiene embargados precautoriamente los edificios de su sede nacional, ubicada en la avenida Patriotismo de la Ciudad de México, además de un edificio en la avenida Monterrey de la colonia Roma y otro más en la calle Durango.
Tras la extinción, un nuevo registro
El representante perredista ante el INE indicó que en caso de materializarse la pérdida del registro, los liderazgos del partido emprenderán un camino para que antes de diciembre de este mismo año, puedan anunciar al instituto la intención de crear un nuevo partido, situación que les obligará a celebrar el próximo año asambleas en por lo menos 20 entidades o en 200 distritos electorales, en las que participen tres mil agremiados.
“En caso de mantener el registro, poder hacer una autocrítica, una reflexión importante de una refundación del PRD. Si no lo logramos, creo que hay mucho ánimo de poder construir un partido nacional nuevo que ya no fuera PRD ni 2.0, sino un partido totalmente nuevo, con nuevo rostro, nuevas figuras, nuevas caras”.
“Creo que con los equipos del PRD, pues aún hay una buena capacidad de movilización, el PRD tiene en este momento el registro en 13 estados de la República donde vamos a tener diputados, presidentes municipales, regidores. Entonces creo que hay todavía una estructura que nos puede ayudar a tener un nuevo partido”, refirió Ángel Ávila.
Sea cual sea el camino, de registro o extinción, el PRD seguirá recibiendo financiamiento público en todo el 2024, para completar los 451.6 millones de pesos que le fueron aprobados como financiamiento público este año.