Si algo marca el proceso electoral en Tuxtla es el arraigo y desarraigo, antagónicos en posiciones políticas, también lo son en la permanencia del solar nativo, Paco Rojas VS Ángel Torres, Alianza opositora VS partido oficial. Tuxtla por su carácter de capital aglutina a todas las regiones del estado, pero desde 1970 a gente de toda la república, la construcción de presas no solo hizo que construyéramos más allá del rio Sabinal, sino que rompimos la autarquía que todavía prevalecía hasta mediados del siglo pasado y que solo fue rota por comerciantes árabes y españoles, a diferencia de Tapachula, en donde el tren porfirista genero una migración nacional e internacional llegaron capitales, franceses, alemanes, árabes, judíos, chinos y de muchas partes del mundo.
Si pone atención en la costa mantienen la estructura del voseo, pero en su lugar usan el “tu”, suelen decir “los vieras tuuuu” todo gracias a la migración que generó el tren liberal, ahora debe ser neoliberal.
En Tuxtla no fue así, en todo caso los tuxtlecos migramos a la ciudad de México, también desde el porfiriato, la instalación de la colonia Chiapaneca, del cual el historiador Valente Molina, generó un espléndido libro, nos dan cuenta de como el porfiriato y su centralismo, cosa que ahora se vuelve a repetir en el obradorato, hizo que la decisión del nombramiento de los líderes políticos se dieran desde el centro del país, así tuvimos gobernadores como Francisco de León, Oaxaqueño y al cual le debemos la fundación del barrio de San Francisco.
Aún así, los puestos que le seguían eran ocupados por los nativos de Coyatoc. Con la llegada del PRD, pero en especial de Juan Sabines Guerrero, eso comenzó a cambiar, de entrada era chilango, pero dueño de la franquicia política más rentable del populismo Chiapaneco, eso le valió subir como la espuma, el hijo del santón fue ungido gobernador, pero trajo a un desarraigado para la presidencia Mpal. Jaime Vals, hijo del ministro del mismo nombre, criado en México, pero que fue impuesto por el gobierno del estado. Siguió Samuel Toledo, cintalapaneco, que hizo su carrera en México.
Ahora el eje ha cambiado, ya no es la ciudad de México donde se cabildean las candidaturas, ahora es tabasco, en el caso de Chiapas el Grupo tabasco. Ángel Torres, es de origen tuxtleco, pero por motivos profesionales migró a la tierra de Pellicer, allá hizo su carrera profesional y política. Con la llegada de AMLO a la presidencia del poder, el control del sureste pasa por las manos de ese grupo político. Ángel Torres no es el primero ni el último que regresa y busca el poder político, pero llega en el momento de mayor polarización política del país, a la ciudad de Chiapas donde más clase media existe y por ende mayor antiobradorismo.
Paco Rojas político nativo, que solo prende en Tuxtla, ya lo demostró en las elecciones del 2006, cuando su campaña a gobernador no levantó, si Paco hace política en Tapachula, o San Cristóbal no funciona, es un fenómeno local “tustleco”.
En esta guerra electoral, lo más común es sacar los trapitos al sol: que Paco Moches, que se peleó con la mamá de sus hijos, que recibió dinero en una caja de zapatos, que se dio una compensación por fin del trienio, todo eso se sabe en Tuxtla, ¿porque no funciona nada de esas acusaciones? Por la sencilla razón de que las tres administraciones del PAN en la capital, Enoch Araujo, Viki Rincón y Paco Rojas son comparadas con la quincena trágica de Juan Sabines, Chacha Pariente, Yasir Vázquez, Jaime Vals, Samuel Toledo y Fernando castellanos, todas ellas venidas de la mano del partido que dirigía AMLO, PRD y después del partido Verde, hoy aliado de MORENA.
Desconozco que tanto la administración de Carlos Morales haya borrado de la memoria esa historia negra en la administración municipal de la “Izquierda electoral”. Pero en este proceso el arraigo y desarraigo ha vuelto aparecer en un mundo globalizado, en tiempos de la ciudadanía global. Yo creo que el tema electoral debe de superar los chauvinismos y abocarse en los resultados que ha dado cada uno de los participantes y ver que proponen para una ciudad que sigue creciendo y su zona conurbada rebasa los linderos que antes llamamos la orilla.
Otro fenómeno que veremos en este proceso es la lucha iniciada en el terremoto del 85 en la Ciudad de México Sociedad Civil vs Partido de Estado, lucha que la sociedad civil ha ganado, así fue en la elección de 1988, donde los partidos postulantes de Cuauhtémoc Cárdenas , que eran pequeños, fueron rebasados por la sociedad civil que salió a votar, en 1994, cuando la Sociedad civil paró a los generales que quería arrasar al EZLN y hoy con una movilización masiva contra el partido en el poder por parte de la llamada marea rosa, ha rebasado a los tres partidos que prestaron su franquicia para la candidatura a la presidencia de la república ¿quién ganara?
Crédito: Columna vertebral por Raúl Vera.