Tapachula, Chis. El éxodo de migrantes que llega a México por la frontera sur registra este año un incremento de casi 30 por ciento respecto al anterior, de acuerdo con cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Alrededor de 100 mil extranjeros solicitaron asilo al gobierno mexicano entre enero y agosto; más de la mitad lo han hecho a través de la oficina de la Comar en Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala.
Lo anterior representa una nueva cifra récord contra los más de 77 mil documentados en el mismo periodo del año anterior y más de 76 mil también en ese lapso de 2021 durante la pandemia de covid-19, año en el que se registró la cifra histórica de más de 129 mil solicitantes de asilo en el país.
Haití, Cuba y Honduras se mantienen como los países con más solicitantes desde hace tres años; este año concentran 70 por ciento de las peticiones.
La oleada se observa no sólo en las oficinas migratorias diariamente atestadas de extranjeros en busca de iniciar o continuar sus trámites, sino en plazas públicas utilizadas como dormitorios y mercados con carros llenos de víveres.
También en bancos y comercios donde pagan remesas, en los cuales las filas son de centenares de indocumentados en espera de cobrar el dinero que les envían amigos o familiares para que puedan continuar su camino hacia Estados Unidos.
Mariana González, de Cuba, contó que para iniciar su trámite como solicitante de asilo en la oficina de la Comar hizo una fila en la que estuvo más de 12 horas. “Llegué a las seis de la mañana y salí a las siete de la noche; hay muchísima gente”, dijo en entrevista.
Hace un mes llegó a Tapachula junto con varios familiares y amigos, con quienes esperará obtener algún documento antes de continuar su periplo hacia el norte.
“Vamos a esperar a que nos den el asilo; no queremos arriesgarnos a que nos devuelvan (deporten), ya batallamos para llegar hasta aquí. No tenemos prisa, preferimos esperar”, explicó la caribeña de 25 años.
Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana AC, estimó que con la actual tendencia este año se impondrá una nueva cifra récord que podría superar 150 mil solicitantes de asilo.
“Hay un tapón en Panamá y varadas en Centroamérica unas 400 mil personas. Por lo menos la mitad van llegar a México en el último tramo de este año”, advirtió el defensor de los derechos humanos.
Apuntó que no todos buscan la regularización; muchos continúan su camino por cuenta propia o son presas de traficantes por las distintas rutas, incluida la del mar.
El activista, quien lleva más de una década atendiendo el fenómeno migratorio, consideró un fracaso la política en la materia del actual gobierno federal, que pretendía una migración ordenada y segura.
“No ha funcionado nada ni va funcionar. Es urgente que se replantee la atención del gobierno a esta crisis”, subrayó García Villagrán.